Aunque no nos vayamos de la ciudad ni del país y sigamos en nuestro hogar, he aquí unos consejos que pueden servir para los que nos quedamos y para los que tienen la suerte de salir unos días de descanso:
1º Cambia las rutinas: varía tus horarios de levantarte, de acostarte, de comidas. Eso conseguirá que desconectes más fácilmente y que sientas que estás «de vacaciones». Modifica e intercambia los horarios con tus colaboradores, por ejemplo, para que alguno pueda levantarse tarde una mañana de la semana.
2º Haz ejercicio o deporte físico: para los que no tenemos tiempo material para estas actividades saludables, ahora no tenemos excusa. Personalmente, pienso retomar la bicicleta y caminar un poco más por la preciosa playa que tengo a 3 kms. del pueblo donde vivo.
3º Quítate el reloj de la muñeca y desconecta el smartphone. Los tuyos ya saben dónde estás, así es que deja de cargar el teléfono a todas partes y desconecta de las redes sociales. Nadie morirá porque no le contestes un Whats´up o le des un Me gusta en FB. Si no eres capaz de ésto, confirmará tu adicción a las redes sociales y tu dependencia al foolphone. Además, deja de ver la hora del reloj que ahora es cuando no debes de preocuparte de ella.
4º Come saludablemente: aproveche para equilibrar los malos hábitos de salud que te provoca el estrés durante el año. Eso no quiere decir que te permitas algún pequeño capricho, pero no de forma demasiado habitual, so pena de volver con el síndrome de la barriga de Simpson (Homer).
5º Disfruta de las cosas pequeñas y no habituales: mi hija madruga durante el curso por el colegio. Ahora en vacaciones subimos casi todas las noches a ver estrellas, a encontrar las formas de las constelaciones y a distinguir algún planeta o a ver la luna con los sencillos prismáticos. Esa experiencia espero que no la olvide ella, pues yo no la olvidaré.
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