Me imagino que conoces la diferencia entre oír y escuchar. Puedes oír el tráfico que pasa por tu calle o tu trabajo; pero puedes escuchar y distinguir cada uno de los sonidos: la motocicleta; el coche de bomberos; las voces humanas…
Así debemos hacer en nuestras relaciones: estamos acostumbrados, habituados, aburridos de oír, pero son muy pocos lo que nos proponemos escuchar: escuchar lo que quiere decir tu madre con esa frase relativa a las próximas fiestas; escuchar lo que quiere decir tu mujer respecto de la relación de la pareja; escuchar lo que te avisa un amigo como una advertencia.
Sí amigo; aprende a escuchar y tus relaciones familiares, sociales y profesionales, mejorarán, ¡seguro que sí! Hasta pronto.
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