
Sí, parece que quiero hundir la daga hasta el fondo con un título más sangrante: el fracaso. Si en el asunto de la conformidad ahondamos sobre ese conformismo activo, el que nos ayuda a aceptar nuestra realidad para conocerla mejor y poder después mejorarla, en este Post quiero iniciar otro diálogo de vida sobre un tabú aparentemente tan negativo como es el fracaso.
La misma palabra y hasta su dicción nos parecen terribles. Parece que cuando hemos terminado una relación personal o sentimental, no hemos completado un proyecto de vida o profesional o no hemos conseguido un cierto status social, nos sentimos fracasados o nos vemos fracasados. O nos lo dicen o nosotros mismos lo creemos a base de comernos la cabeza.
Como siempre, abordo una pequeña parte del prisma en este asunto: y me quiero referir a la posibilidad de volver a empezar, o pasar del fracaso. Seamos objetivos: has fracasado en una o varias relaciones personales: no pasa nada, procura aprender de los errores y vuelve a empezar otra. Has presentado 2 ó 3 proyectos para que te aprueben uno en tu trabajo… no pasa nada; analiza el porqué no son aceptados y empieza a preparar el proyecto 4. Siempre soñaste con una casa, un coche, un status social que no has conseguido… ¿y qué? Quienes lo tienen no son necesariamente más felicesy podrías aprender a vivir felizmente con tu status, que más no se necesita para mejorar tu felicidad interior.
¡Vuelve a empezar! El fracaso no era más que una señal de Stop, necesaria a veces, para que mires a izquierda y derecha y sigas tu camino. Temo al ser humano que nunca ha fracasado, pues no sabe de qué va la vida. Y tú, ¿ya te has levantado de tu último fracaso? Pues para eso estoy y a eso te animo. Y por cierto… las nubes grises de la semana pasada se han convertido en una semana primaveral por estos lares… sí hay que esperar, levantarse y empezar. Hasta otra, amables 4 lectores.
Presentación de diapositivas recomendada:
Haideé: también inspiradora tu distinción de las «buenas o malas» amistades -aunque una mala amistad nunca merece llamarse amistad-…
Ojalá algún día que tengas tiempo, si tiene relación con el Post y si no viola tu intimidad, nos cuentes qué herramientas usaste para salir de tu problemática.
Las flores son sinceras; leo de vez en cuando algunos Post de Blogs amigos, aunque apenas puedo atender el propio por falta de tiempo. Un saludo y admiración.
En este caso, acompañantes saludables; en el otro, perniciosos.
Precisamente a esos acompañantes me refería, a los que no te dejan ver como te estas engañanado a ti mismo. Y como sabemos muchos, ser consciente en cierta medida, (aunque sea pequeña) de que algo no va bien, es el primer paso para pedir ayuda, en este caso a otro tipo de acompañantes. Al menos más objetivos, ya que están fuera de tu problematica.
Cada uno ha de encontrar su herramienta.
Gracias por las flores (lo digo porque no sabia que leyeras lo que escribo), en este caso del lenguaje 🙂
Un abrazo
Haideé: ¡cuánto razón tienes con el psicolenguaje! Te confieso que una de las cosas que más me gustó de tu blog es la «historia personal» de crisis y superación que cuentas, pues es un precioso testimonio que a pesar de estar hundido, siempre se puede salir.
Muy interesante lo de «los acompañantes», pues es precisamente lo que intentamos hacer en el Asesoramiento Filosófico, acompañar para descubrir el mejor camino a recorrer. Un saludo como siempre.
Vamos a tener que tranformar el lenguaje, pues si usamos otra palabra tal sentido deja de ser factible. ¿Qué tal la palabra superación?
Esta fue una de las mejores herramientas que yo encontré para salir adelante, luego vino mucho más,pero este cambio en el lenguaje fue lo más significativo.
Si tengo un problema o ha ocurrido algo que no a salido como esperaba, primero,¿por qué esperaba eso en particular? segundo,¿era acertado mi empeño -evidentemente relacionado con lo anterior? Y entonces si ponemos superación en vez de fracaso, cambia completamente el resultado. O eso es lo que me parece a mi. Digo esto porque la mente humana esta tan contaminada de ideas, creencias, esteriotipos y demás acompañantes, que alguien le daría la vuelta para sacarle los tres pies al gato…
El psicolenguaje, ese idioma soterrado que tanto daño hace en nuestro modo de sentir en la vida y en nuestro interior.
Un cordial saludo
Gracias Jose por tu comentario. La verdad es que tienes una visión muy positiva de la vida, pues para muchos el fracaso es motivo de hundimiento y desesperación. Suerte siempre.
El fracaso es sólo la semilla del éxito
Pues sí, porque el problema de seguir constantemente un modelo es que usamos una información fija (mapa) para guiarnos en un espacio siempre abierto, en pleno devenir, cambiante (territorio). Y eso, que al inicio es bueno, deja de serlo justo cuando ya tienes algo de experiencia para ‘patear’ por ti mismo ese territorio. No más allá. Ir demasiado lejos sale demasiado caro.
Una de tus mejores frases «Como si uno ya no fuera algo desde el inicio»… Gracias Gregorio. Y sí, soy enemigo a ultranza del modelo mundano a seguir pues «por los modelos se paga cierto precio», -como citas en uno de tus Post-.
Muy buena presentación, César.
Pienso que el principal fracaso que hay que superar es el siempre pernicioso paso de «ser» a «tener que ser» (algo).
La sensación de insatisfacción que produce ese «tener que ser» algo es constante, como un látigo que te fustiga para ir en esa dirección, que en realidad no sabes si es la correcta o no, pero como ves que todos o casi todos los que conoces la siguen piensas que es la única. Y te pones en faena. Así, todo lo que no sea llegar a unas metas se considera fracaso, con el añadido de que los modelos de triunfadores que te bombardean son precisamente aquellos que han «llegado a ser algo» en la vida. Como si uno ya no fuera algo desde el inicio. Es como si te robaran de pequeño una vida y tuvieras que recuperarla a costa de ‘lograr’ metas concretas. Eso sí, cuando llegas a esas supuestas metas que te devolverán tu vida te das cuenta que ella siempre estuvo ahí, esperando tranquilamente a que te dejaras de perseguir un sueño montado por otros.
Pues sí chencho; también para la vida sirve tener un buen temperamento a un temperamento pesimista que no te ayuda a superar los naturales fracasos de la vida. Gracias y pásate cuando quieras por el Blog.
Interesante visión sobre el fracaso. Yo diría que el triunfador no fracasa nunca, simplemente aprende de sus errores. Aunque, en definitiva son solo palabras, aunque significan lo mismo no se entienden igual. Como tu dices la palabra fracaso está muy mal vista o mal usada.
Me gusto mucho la presentación.
Saludos
Por cierto, esta vez hemos puesto un Power Point que vale la pena…
Buscando la imagen de una flor de azahar he llegado hasta tu blog.llevo un buen rato leyendo…lo he incluido en mi lista,y casi olvido que lo que yo buscaba era una imagen de la flor dea azahar…felicidades. Ya no serán cuatro los fieles amigos, seremos 5.Que pases un buen día.
Muchas gracias por tu artículo, lo cierto es que el fracaso es subjetivo, porque lo cierto es que la fallas y caídas son necesarias para avanzar hacia el logro metas en la vida, entonces perder dinero, terminar una relación o reprobar no deben considerarse fracasos si lo vemos desde un punto de vista de un propósito más grande, obviamente hay que esforzarnos de manera consciente para evitar los errores en la medida de lo posible.
Gracias Alfredo: tienes razón, pero creo que hay fracasos que no podemos evitar o prever y por ello la Entrada está en «Aprender a»…
Por otra parte entiendo que el Fracaso tiene su parte subjetiva, pero también y sin duda objetiva que puede ser pesada para uno mismo u otros que convivan de nosotros. Un saludo.