Ejemplos: fumamos desde los 16 años y creemos que nunca podremos dejar de hacerlo. Nos emborrachamos muchos fines de semana y lo consideramos normal. Estamos enganchados a algún tipo de hábito negativo como no hacer deporte, ver muchas horas de T.V. o Internet o pasarnos horas sin estudiar o leer… en fin: aquí cada uno de nosotros podría escribir su propio mal hábito que siempre ha querido cambiar tal como ___________ y _______________. ¿Te han aparecido varios? Además, todos ellos como fantasmas, cargados de un sentimiento oscuro y difuso que no te permite romper con ellos y volver a empezar.
Pues el día de hoy te voy a proponer un primer paso. Es imaginarte como serías sin ellos. ¿Cómo serías sin fumar? Serías una persona que en estos tiempos de crisis ahorrarías equis cientos de euros al año; que tendrías mejor salud, mejor aliento, que disfrutarías de los sabores reales de las comidas y bebidas, que invertirías por unos años más de vida por evitar un cáncer en ti y en los que están a tu alrededor, que alegrarás la vida de tu pareja por dejarte ese hábito perjudicial…
En fin, consiste en demostrarte, en imaginarte a ti mismo -como un espectador sentado en la butaca de un teatro – la otra vida, la maravillosa obra que sería tu vida si en el escenario, estuvieras actuando tú sin ese o esos malos hábitos, que probablemente te hacen una persona mediocre, infeliz y sin voluntad. Contempla ese otro personaje que puedes ser tú sin tus pequeños o grandes vicios perjudiciales para ti u otros. Y empieza por uno. Por el que consideres más urgente para ti mismo y para el que convive a tu lado. Y no te desanimes; crea al menos dentro de ti, la posibilidad de cambio, de verte de otra manera, de representar la obra de vida… sin ese hábito. Hasta más pronto, queridos 4 lector@s.
Dejar una respuesta