Siempre me han sorprendido los Padres que mal educan a sus hijos dándoles TODO: anticipadamente, sin metas, sin motivación, sin castigos ni premios. Tengo la suerte de conocer a una familia muy acaudalada que el primer coche de sus hijos se lo tienen que pagar ellos, con su propio sueldo, con un contrato fuera de las Empresas de la familia y con un automóvil muy modesto que les sirva para ir y volver al trabajo. Como hacía nuestro glorioso Iniesta.

Eso es lo que hacen nuestros Políticos. Pan y Circo: hay fútbol y hay fiestas de Navidad con unas restricciones de confinamiento -burlescas-, que es, según la RAE:
«Festivo, jocoso, sin formalidad, que implica burla o chanza»
Mi pregunta es: ¿Cuánto vale una vida en tiempos de Pandemia? ¿Vale menos que cualquier otra Navidad? ¿Acaso nuestros Gobernantes –no calculan el resultado– de las normas que han permitido para estas Navidades? Prefieren tener contento al Pueblo, como en un decadente Coliseo. Echemos a los abuelos a las fieras, a los exhaustos servicios sanitarios a los leones y a los trabajadores de servicios primarios a las jaulas del trabajo. Diremos que ya hay Vacunas, que se pusieron todos los medios posibles y que las restricciones se correspondían a las Comunidades Autónomas y a la RESPONSABILIDAD PERSONAL.
¿Una vida puede valer una cena de Navidad, de Año Nuevo o de Reyes?…
