Ahora que estamos en época de exámenes os dejo este breve pensamiento.
- Ama. Si no puedes amar mucho, no enseñes a los niños.
- Simplifica. Saber es simplificar sin quitar esencia.
- Insiste. Repite con naturaleza, repite las especies hasta alcanzar la perfección.
- Enseña. Con intención de hermosura, porque la hermosura es madre.
- Sé fervoroso. Para encender lámparas, basta llevar el fuego en el corazón.
- Vivifica tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.
- Recuerda que tu oficio no es mercancía, sino un oficio divino.
- Acuérdate, para dar, hay que tener mucho.
- Antes de dictar tu lección cotidiana, mira a tu corazón y ve si está puro.
- Piensa en que Dios se ha puesto a crear el mundo de mañana.
Gabriela Mistral
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