«Siempre cosechas lo que siembras: no hay atajos»: 1ª Consideración de la Pandemia 2020.

«Siempre cosechas lo que siembras: no hay atajos»: 1ª Consideración de la Pandemia 2020.

Las «advertencias» de la Covid-19 se acabaron: parecen reprimendas. Y lo son aunque no sea mi intención. Propongo ahora «Consideraciones» como segunda parte después de retomar el Blog abandonado en 2015. Fue recuperado en época de confinamiento.Aunque el virus siga aniquilando VIDAS por miles allí fuera. Diminuto, letal, silencioso para los que creemos en él. Indiferente para los que lo niegan como si los números crecientes de contagios y muertes en el Planeta no les importaran ni fueran reales en su País. Muchos ignorantes lo niegan, quién sabe porqué ocultos motivos. Mirad, la matemática no miente. https://www.worldometers.info/coronavirus/

Son días de luto para los países por donde les visita la muerte...

La frase de la siembra es archiconocida. Y su anexo «no hay atajos», se atribuye a Stephen Covey. Bien por él. La verdad es que no podemos sacar de la chistera lo que no tenemos. No puedes cosechar lo que no has sembrado. No puedes cosechar verdades si has sembrado mentiras. Es la ley de causa y efecto. Tus obras y palabras cosecharán efectos justos o injustos. Y también tus omisiones. Lo que pudiste hacer y dejaste de hacer en este momento histórico.

La Pandemia del 2020 está sacando lo mejor y lo peor de uno mismo

De tu familia. De tus «amigos» con comillas y tus 5 Amistades con mayúsculas. De nuestra sociedad. De nuestros políticos. De la Humanidad misma.

Unos optan por cerrar los ojos y esconder la cabeza. Pecado de omisión lo llaman los cristianos. Otros por denunciar las injusticias y los contratos sociales, políticos o familiares que se han roto para cuidar a los más vulnerables. Muchos nos conformamos con la vídeo-llamada o Güashap de rigor para cumplir con algún familiar anciano o un «amigo». Pocos valientes con visitar y ayudar a sus ancianos con delicadas precauciones para no contagiarlos. Los creyentes en religión rezan a su Divinidad. Los no creyentes, a la diosa Ciencia para que encuentre pronto la Vacuna. La única capaz de parar esta Pandemia, Muchos quieran pensar sólo que es un mal sueño, ni siquiera una pesadilla. Y así se acuestan cada noche, narcotizando su propia conciencia como si no pudieran hacer nada para mejorar a su alrededor en tiempo de Pandemia. ¿Qué estás haciendo tú?

Detecto hartazgo de frases de filosofías y teologías baratas. Tipo… la Pandemia «nos hará mejores», «cambiará nuestra manera de ver las cosas», «Dios nos protegerá»… Palabrería. No cosecharemos nada que no hayamos sembrado. No esperes apenas nada de nadie. «Obras son amores… y no buenas razones». Creo que después de la Pandemia el hombre será igual. Quizá peor. Será lo que haya sembrado. No podemos esperar cosas buenas de quien no ha preparado su mente, su espíritu. Los ha cuidado y los ha regado y abonado. ¡Vuelve la vista antes de la Pandemia!: los amigos, la familia, la política y la sociedad cosecharán lo que hemos sembrado. Y comeremos de ello. Vienen tiempos de carestía espiritual, humana y social.

Dejar una respuesta

Tu dirección de email no será publicada