Os invito a que esta primavera y a que en los días de asueto que nos den las fiestas religiosas, pensemos un poco y en soledad en la necesidad de parar una vez al año, de apagar los motores de la mente y retirarse a pensar, a filosofar un poco. Aprendamos que el árbol seca sus ramas en otoño, «muere» en invierno y renace en flores en primavera.
En mi camino de la playa al tren y del tren a la playa cuando abro las ventanas para oler al azahar, me vuelvo a preguntar: ¿porqué aprendemos tan poco de la naturaleza? Pregunta para resolver queridos 4 ó ya 5 seguidores y perdonad mi retraso en la publicación, pero hay un nuevo brote en el vientre de mi mujer que nacerá con las flores de mayo y ello me obliga a cuidarla(s) y a trabajar más. Gracias por adelantado.
¡Qué paséis una buena primavera y unas buenas fiestas religiosas!
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