La estupidez humana es gaseosa: se expande en contacto con el aire.

La estupidez humana es gaseosa: se expande en contacto con el aire.

2ª Advertencia ante La COVID-19.

Buenas tardes 3 lectores:

«En un pueblo de España de cuyo nombre no quiero acordarme…», hoy domingo 26 de abril del histórico año de 2020 han dejado salir a la calle a los «niños» menores de 14 años. Una medida necesaria, aunque se conocerá si fue  oportuna. Las estadísticas (¿ciertas?) lo dirán dentro de 1 ó 2 semanas.

Pensaba escribir la semana próxima sobre la necesidad de atender la inteligente salida de los distintos perfiles sociales de acuerdo al riesgo de contagio que portan: hay otras estadísticas (verdaderas), que señalan quiénes son más «contagiadores» que otros. Y aunque nos causen ternura, puedan ser –los aparentemente sanos-  los más peligrosos. Ya he defendido a los mayores, a nuestros abuelos y a los heroicos sanitarios. Y a servidores públicos y empleados que se convierten en personas de riesgo.

Esta semana… voy a defender a los niños.

Querida-o: no tienes la culpa de tener unos padres ignorantes, inconscientes y temerarios. He visto esta mañana a varios padres que se han saltado las 4 Úes aconsejadas por nuestro imprevisible Estado. En menos de hora y cuarto, los niños han roto todos los sapienciales consejos del Ministro. Han visitado afectuosamente a sus Abuelos; otras criaturas que han interactuado entre ellos, algunos sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad; unos cuantos inocentes que han caminado más de lo permitido y otros atrevidos que han estado en la calle durante más tiempo de lo especificado claramente: 1 hora.

Pero no es culpa tuya popular infante: son tus padres, la pésima educación que te han dado y su ignorancia gasificada la que se expande ante la primera medida de apertura social ante la Pandemia. Yo no culparé que gracias a ti, el número de decesos pudiera repuntar… o no. Eso esperamos todas las personas de bien y que hemos sacado a nuestros retoños a la calle, pero cumpliendo las normas.

Culparé que tu madre solo atendiera abobada el móvil, que tu padre memo  y sin mascarilla hiciera chascarrillos con un otro inepto colega  que hace tiempo no veía; culparé que tus lelos padres empeoraron la economía del país por unos minutos de alboroto neurótico sin cumplir 4 reglas.

Otra semana quería contaros mi inexperta opinión sobre las distintas actividades económicas que deben de activarse paso a paso, pero hay «expertos y comités de sabios» que lo hacen mejor que el sentido común que yo creía tener hasta esta mañana. Y aunque hay necesidades psicológicas y físicas por edades y que atender… cuando no hay orden ni concierto en la Orquesta, interrumpe la Obra … «bajad el telón». Por cierto: dos mayores de 14 años campan a sus anchas sin mascarilla y un perro suelto de raza peligrosa por la plaza. Perdonad: voy a llamar a la Autoridad competente. Y buen domingo.

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