Si la memoria no me ha traicionado, ya era hora que editara otra entrada. Perdonadme, pero ocupaciones profesionales me impiden dar más tiempo, al menos ahora, a este paupérrimo pero bien intencionado blog. Gracias a los lectores que nos visitan y dan vida a estas discusiones tan humanas que son el pan nuestro de cada día.
Otro lector me ha dado la idea ingeniosa de que hablaramos de la imaginación, que en la literatura castellana se le llama «la loca de la casa». Esta es otra de las facultades que, como la memoria, pueden hacernos mucho padecer, o bien encauzada, puede regalarnos grandes momentos y plácidos triunfos.
Como siempre, primero hablemos de lo que no me refiero aquí, -aunque también es parte de la imaginación-: no me refiero a las imágenes creadas por nuestra fantasía sino a la facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales.
La imaginación nos puede dar problemas cuando la usamos habitualmente para modelar aprensiones falsas o juicios de algo o alguien que no hay en realidad o no tiene fundamento. Uno de los mejores ejemplos lo constituye el chisme. Recientemente leí, que este país europeo es un gran productor de chismes en la red. A todos nos ha ocurrido que una palabra dicha u omitida, una mirada de una u otra manera, un escrito o un hecho pueden desatar una posibilidad infinita de chismes sobre lo que hemos hecho o dejado de hacer.
Es triste encontrarnos con personas cuya imaginación es tan activa y poderosa que la utilizan sólo para mal pensar, maquinar, marujear. O con personas tan anquilosadas, tan arrutinadas, que no tienen el mínimo de imaginación o iniciativa para hacer algo nuevo. Pues esto es en lo que debemos poner a trabajar a esta loca de atar: en la facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos que nos ayuden a nosotros y a los que están a nuestro lado.
Venga, ánimo, ya tenemos otro par de semanas en los que podemos ejercitarnos y poner nuestras personas listas en la operación ima-kini para el verano. Que lo más bello, creedme, está dentro de las personas. Sólo tenemos que buscar.
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